Muchas veces cuando escribimos, lo último en lo que pensamos es el estilo, nos concentramos tanto en las normas y principios de la redacción, que es normal que no pongamos atención al reflejo que damos de nosotros mismos en el escrito.
El estilo es comúnmente confundido co la forma, la manera; la manera de escribir es algo más físico, como sostiene la punta del lápiz, cuantas hojas se utilizan, etc., mientras que el estilo, es por decirlo de alguna manera, más espiritual.
Si bien no existe una regla que nos diga como hacer o seguir nuestro propio estilo a la hora de escribir, sí hay ciertos puntos que deben procurarse seguir, estos son:
· Claridad
· Concisión
· Sencillez
· Naturalidad
· Objetividad
· Originalidad
En el libro se nos dice que el mejor estilo es aquel que carece precisamente de el, es decir en el que no se ve la forma en que se hace, es perceptible pero no notable como una formula que fue seguida paso a paso, nos permite identificar trabajos de un autor, sin importar que la temática o cobertura cambie, el lector puede decir de quien se trata el trabajo, en comparación a otras notas.
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