Se dice que la metáfora no es más que una comparación abreviada; es siempre una imagen, una transportación instantánea que nos lleva del significado propia de la palabra a otro ya establecido que sea fácil de entender. En otras palabras, podría decirse que la comparación llevada a cabo por medio de la metáfora, es más rápida e intuitiva; es la comparación sobre-entendimiento de una imagen.
A la metáfora, la rigen los mismos requisitos de la comparación: ser clara, natural, coherente y sugestiva.
No se requiere de ser poeta precisamente o inventar las propias, para el uso de loa metáfora: pueden emplearse ya existentes; siempre y cuando no se abuse de ellas, pues esto nos pone en el riesgo de que el lector se aburra y canse de tratar de relacionar y adivinar de que se esta hablando.
Las frases hechas
Tal y como se mencione anteriormente corren el riesgo de convertirse tras su constante uso, en algo común o en frases hechas; por lo tanto para aquellos que carezcan de creatividad, es conveniente que utilicen las metáforas ya existentes, siempre procurando emplearlas de manera original y sugestiva, es decir, renovarlas.
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